Por qué la luz natural es importante al elegir tu casa ideal

A la hora de comprar una casa, la mayoría de gente considera detenidamente factores como el vecindario, el tamaño o la distribución de la vivienda. Pero en realidad, ¿qué sería la vida sin los pequeños detalles? La luz natural puede jugar un papel importante en la elección de la casa ideal, y hoy vamos a mostrarte por qué.
La luz es buena para tu salud
La exposición a la luz solar mejora nuestro descanso al ayudarnos a mantener nuestro ritmo cardíaco sincronizado mientras dormimos. También reduce la necesidad de luces fluorescentes, que se han relacionado con problemas de salud como estrés o trastornos del sueño.
Aunque no lo creas, según los estudios, un 14% de la población experimenta caídas menos severas en su estado de ánimo relacionadas con los cambios estacionales de la luz del sol si reciben luz solar suficiente a lo largo del día.
Así que si te encuentras dentro de este 14%, probablemente elegir una casa sin luz natural no sea la mejor opción. En caso contrario, ¡tu decides! Al fin y al cabo, como veremos más adelante a veces es una sencilla cuestión de preferencia.
Y mala para tus muebles
Es inevitable que, con el tiempo, la luz natural decolore y deteriore tus muebles tapizados y alfombras, por lo que colocarlos en un lugar en el que reciban luz solar constantemente no es recomendable.
No obstante, hoy existen bastantes opciones de cortinas y estores que permiten proteger tu hogar de la acción más dañina de los rayos del sol, al mismo tiempo que dejan que casi toda la luz atraviese el tejido.
Tu preferencia es lo importante
Muchas personas simplemente prefieren espacios amplios e iluminados. Una casa que recibe una gran cantidad de luz natural tiende a resultar más acogedora que otros hogares más oscuros.
Si tu caso es el contrario, y rehúyes la luz del sol como los vampiros, probablemente una casa que reciba una gran cantidad de luz no sea la alternativa ideal. Pero siempre podrás colocar unas cortinas gruesas si deseas disfrutar de tu oscuridad.
La cantidad de luz que necesites depende de ti. Es una decisión personal, que aunque no condicione enormemente la casa con la que vas a quedarte, sí es un detalle que puede mover la balanza hacia un lado lo suficiente como para ayudarte a decidir.
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